El blooper que arrasó en redes: Según TN, Ayrton Senna fichó por Boca.

En el escueto lapso de un instante, un blooper compartido en redes sociales trastocó la realidad del fútbol argentino, transformando la llegada de Ayrton Costa a Boca Juniors en un espectáculo que superó la efímera nota de un fichaje. Mientras en Twitter e Instagram los usuarios arremetían contra un error garrafal, se erguía la figura de Ayrton Senna, leyenda del automovilismo brasileño, cuya mención desató risas y críticas agudas. “Boca es tan grande que resucita a jugadores muertos”, rezaban los comentarios a manera de burla en la electrónica plaza pública de las plataformas digitales.

Ayrton Costa, el defensor que deja el Royal Antwerp de Bélgica para firmar un contrato a tres años con los xeneizes, se convierte así en el protagonista involuntario de un episodio que eclipsó su llegada y encarnó el sentido del humor de una afición que no perdona nada, ni siquiera a los periodistas que, a veces, confunden automóviles con futbolistas.

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Más allá del blooper, este es Ayrton Costa, el verdadero refuerzo de Boca Juniors

EL BLOOPER EN CUESTIÓN

El periodista que hizo el grotesco anuncio, nativo de La Plata, se vio bombardeado por críticas y gracietas en las redes. Sin embargo, el chasco pasado por alto de la televisión en vivo pronto adquirió dimensión cuando los usuarios hilaron la confusión: Ayrton Senna, el ícono del automovilismo, no solo es ajeno al fútbol, sino que es todo un símbolo de la velocidad, absolutamente incompatible con la parsimonia de un partido de balompié.

La marea de comentarios irónicos fue imparable, “¡Boca 2025 va a ser un Fórmula 1!”, escribía uno de los astutos tuiteros, trazando un paralelo descabellado entre el mundo del deporte motor y el fútbol.

Más allá de la risa que suscita, este tipo de situaciones revela la fragilidad de la información en la era digital, donde cualquier tropiezo se transforma en un espectáculo de dimensiones desmedidas. El lapsus será recordado durante el resto de la jornada como un guiño cómico en un mundo donde la competitividad y el espectáculo dominan cada rincón del escenario deportivo.